7 de junio de 2013

curvas vs rectas

B. Traven / Ret Marut (entre otros seudónimos que utilizó) fue un misterioso escritor y ensayista de origen alemán, cuya auténtica identidad se ocupó él mismo de confundir. En un escrito de 1919 presenta 100 aseveraciones tituladas "la destrucción de nuestro sistema del Mundo por la curva de Mar", donde plasma teorías (absurdas o incomprensibles para el profano) acerca de la filosofía, la física, la geometría y la astronomía. En un precipitado resumen se pueden de él extraer axiomas como:
* No es verdad lo que es sólo pensamiento puro, cosa de razonamiento o cálculo matemático.
* Es verdad lo real, no ya palpable o visible, sino imaginable, representable o ideable.
* Los hechos son verdad, unos y otra no necesitan ni pueden demostrarse o razonarse.
* En el Universo no hay recta matemática (y, por tanto, tampoco ángulos ni formas perfectas), porque ya que ésta une dos puntos, resulta que el punto sólo puede ser imaginado; no hay ningún "punto". No hay recta, sólo curvas o líneas no rectas, que siguen una trayectoria (tridimensional como mínimo) no calculable ni representable: la "curva de Mar".
* El instante (entre la infinitud temporal y el lapso de tiempo más breve) en que una curva quisiera encontrar o cortar a otra, es el "segundo de Ut".
* Todas las cosas tienen forma de huevo, y no hay dos huevos iguales.
En castellano y con prólogo de Agustín García Calvo puede encontrarse editado por Lucina.


"Gran ola de Kanagawa", estampa de K. Hokusai, con el Fujiyama de fondo. Los términos Mar y Ut que emplea Traven vienen de su pseudónimo Mar-ut. El título del ensayo traducido al castellano puede en una primera impresión confundirse con "... por la curva del Mar", lo cual no deja de sonar lírico e incluso concordar con el transfondo argumental.

En definitiva, con lo que nos encontramos, y lo que aquí se plantea, es una apología de lo curvo, presente en todas partes (como las formas espirales de sección aúrea). La Naturaleza es curva. Para rematar, un poema de Jesús Lizano, "las personas curvas" que reza así:

Mi madre decía: a mí me gustan las personas rectas.

A mí me gustan las personas curvas, las ideas curvas, los caminos curvos, porque el mundo es curvo y la tierra es curva y el movimiento es curvo; y me gustan las curvas y los pechos curvos y los culos curvos, los sentimientos curvos;
la ebriedad: es curva; las palabras curvas: el amor es curvo; ¡el vientre es curvo!; lo diverso es curvo.

A mí me gustan los mundos curvos; el mar es curvo, la risa es curva, la alegría es curva, el dolor es curvo; las uvas: curvas; las naranjas: curvas; los labios: curvos; y los sueños; curvos; los paraísos, curvos (no hay otros paraísos); a mí me gusta la anarquía curva.
El día es curvo y la noche es curva; ¡la aventura es curva!

Y no me gustan las personas rectas, el mundo recto, las ideas rectas; a mí me gustan las manos curvas, los poemas curvos, las horas curvas: ¡contemplar es curvo!; (en las que puedes contemplar las curvas y conocer la tierra); los instrumentos curvos, no los cuchillos, no las leyes: no me gustan las leyes porque son rectas, no me gustan las cosas rectas;
los suspiros: curvos; los besos: curvos; las caricias: curvas.

Y la paciencia es curva.
El pan es curvo y la metralla recta.

No me gustan las cosas rectas ni la línea recta: se pierden todas las líneas rectas; no me gusta la muerte porque es recta, es la cosa más recta, lo escondido detrás de las cosas rectas; ni los maestros rectos ni las maestras rectas:
a mí me gustan los maestros curvos, las maestras curvas. No los dioses rectos: ¡libérennos los dioses curvos de los dioses rectos!

El baño es curvo, la verdad es curva, yo no resisto las verdades rectas. Vivir es curvo, la poesía es curva, el corazón es curvo.
A mí me gustan las personas curvas y huyo, es la peste, de las personas rectas.