3 de enero de 2013

vermibus

Artista callejero berlinés, al estilo de Banksy y tantos otros, que interactúa con el mobiliario urbano. En concreto, sobre los carteles publicitarios, los cuales -con alevosía y nocturnidad- expropia, altera, y vuelve a colocar en el sitio de donde se los llevó. A los rostros y cuerpos de las imágenes les aplica disolvente, creando así en ellos un efecto de deformación. Con este acto pone en solfa el ideal de belleza de la publicidad.





Sin embargo, hay algunas objecciones que hacer: La mercadotecnia es capaz de asimilar "ataques" como éstos, incluso adaptando los lenguajes y formas de sus antagonistas. Aparte, el efecto que el autor persigue sobre el espectador puede verse atenuado bien por que no se entienda su mensaje, bien porque éste pase inadvertido (tampoco es tan espectacular el resultado). Por último, acciones de pretendida rebeldía en ocasiones no son más que -irónicamente- escaparates para que el mismo autor se dé a conocer, como parece ser el caso; de hecho el mismo vende los carteles modificados.