9 de julio de 2012

imanes marroquíes desatados

En mayo de 2011, el imán Abdel Bari Zamzami emitió una fatwa (declaración) donde interpretaba un pasaje del Corán por el cual el matrimonio sigue siendo válido después de la muerte. De ahí dedujo que es "aceptable" al fallecer la esposa, darle el último adiós con un "coito de despedida". Eso sí, en un alarde del derecho a la igualdad, según Zamzami, las mujeres también podrían tener actos sexuales con los cadáveres de sus maridos. Este clérigo de Tánger, destacado miembro de varias congregaciones nacionales e internacionales de ulemas, y considerado de la rama moderada, ya saltó a la palestra antes por afirmar que una mujer embarazada puede tomar alcohol si le da antojo (pero, ¿acaso no estaba vetado el alcohol en el Islam?). Hasta 2011 fue diputado por el PRV, el "Partido del Renacimiento la virtud".


Pero si ambos integrantes de la pareja están muertos, no puede considerarse necrofilia en sentido estricto. En realidad, el mejor chiste para ilustrar el texto ya se publicó aquí: "el enterrador"...

En abril de 2012 corrió el rumor de que la idea había recaído en el Parlamento de Egipto, donde se estaba estudiando una ley que recogía este ritual, otorgando a los maridos egipcios hasta seis horas para llevar a cabo tal despedida. Al poco, fuentes parlamentarias desmintieron rotundamente la noticia. Lo que sí es cierto es que en el mismo Parlamento preparan derogar derechos como el del divorcio por voluntad de la esposa, o limitar el acceso de las mujeres a la educación y al mercado laboral alegando motivos religiosos.

Por otro lado, y sin duda inspirado en las costumbres del Profeta, el jeque-teólogo (y también marroquí) Mohamed Ben Abderrahman Al Maghraoui en otra fatwa de 2008 defendía que "una niña de nueve años da con frecuencia mejor resultado en la cama que una joven de veinte".