10 de junio de 2012

bicinudismo

Es sumamente placentero combinar el arte del pedaleo con ir vestido conforme nuestra madre nos trajo al mundo. Sintiendo cómo la brisa acaricia los genitales y el resto de la piel, o -a quien le apetezca- renunciando a la presencia del sillín bajo el espacio perineal. Algunas imágenes ilustrativas:







Hay una convocatoria reivindicativa internacional -de donde proceden las dos primeras fotos- que recoge y amplía dicha idea, es la Marcha Ciclonudista Mundial (World Naked Bike Ride). Se celebra anualmente en varias ciudades del globo para promover la conciencia del uso de la bici como medio de transporte ecológico, sano y barato en contraposición a la dependencia del automóvil y el combustible... esto último sí que debería considerarse indecente. Aprovechan para pedir respeto y seguridad víal con lemas como "ante el tráfico urbano nos sentimos desnudos". Es habitual, en línea con el carácter festivo de estas concentraciones, adornarse el cuerpo con pintura, maquillaje o adornos, pero sin o con muy poca ropa.

Las marchas ciclonudistas se basan en el streaking, acción consistente en correr desnudo en lugares públicos, generalmente con la intención de llamar la atención de espectadores o transeúntes. Cuando este tipo de actos se organizan en grupo es fácil eludir las represalias derivadas por las absurdas normas en las distintas legislaciones vigentes contra el nudismo. Leyes represivas que plasman convenciones sociales contradictorias, dando lugar a reglamentos absurdos. Como que -en según qué casos- se permita (haya menores delante o no) llevar apenas ropa incluso desnudarse al completo en la playa, pero unos metros más allá se prohíba terminantemente. Como que proliferen -como moscas- ordenanzas municipales muy democráticas y liberales que multan por no llevar puesta camiseta en la calle... al final resulta que en unas partes del planeta se proscribe el burka mientras en otras es de uso obligatorio.


No mola nada.


Así mejor.

Pero, como decíamos, si la práctica nudista se lleva a cabo de forma solitaria, seguro el individuo sufrirá el acoso y derribo de las autoridades garantes de la "moralidad" con la excusa fatua del escándalo público.


"Algún problema?" A la izquierda, en el paseo de la playa de la Concha. A la derecha, pasando despercibido entre los viandantes, sin embargo, al fondo bajo la sombra hay dos elementos esperándole.

Es el ejemplo de Irwin, bicinudista varias veces detenido y llevado a juicio acusado de exhibicionismo, aún cuando todos los testigos coinciden en que siempre se ha limitado a ir a su bola sin exhibirse, sin gesticular ni provocar sexualmente a nadie. Al final en 2010 fue condenado a un año de prisión. Suele vérsele por Donosti, aunque esta costumbre suya la empezó en Barcelona en 2006 como un experimento para conocer directamente cómo reacciona la gente frente a la libertad personal de elegir lo que se quiere hacer.