5 de julio de 2010

¿nos fumigan?

Entre la comunidad conspiranoica se puso de moda de un tiempo a esta parte la denuncia de los chemtrails, denominación que se aplica a ciertas trazas nublosas que aparecen en el cielo producidas por aviones. De su existencia parece ser que incluso algun medio convencional se ha llegado a hacer eco. Estas formas se diferenciarían en teoría de los "contrails" (las tradicionales estelas de condensación dejadas por las aeronaves) en varios aspectos: Morfológicamente por ser más gruesas, persistir más tiempo y ser tendentes a ensancharse; además en ocasiones se producen "barridos" de estas líneas cruzándose en el cielo y formando una especie de red. Los defensores de esta teoría afirman (con pruebas en principio poco consistentes) que estas extrañas nubes contendrían elementos como Bario, Aluminio, Dibromoetano... el objetivo de los chemtrails tampoco queda claro: control del clima, expansión de agentes patógenos con la intención de intoxicar de alguna manera a la población...

¿Quiénes esparcen chemtrails en la bóveda azul? Algunas versiones apuntan como responsables a aviones militares. A poco que uno -con la suficiente edad- se fije, puede constatar que este tipo de nubes lineales hace años no eran tan comunes ni mucho menos... el que ahora destaquen ¿podría deberse sencillamente al aumento de tráfico aéreo en los últimos tiempos? La interpretación científica oficial explica que estas estelas son bien cirros naturales, bien estelas formadas por el vapor de agua que cristaliza debido a la temperatura atmosférica (-40ºC a la altura de 8 km) y que están documentados desde hace décadas (es decir, que no se trataría de un fenómeno reciente). A pesar de la negación de la existencia de este fenómeno por parte de la comunidad científica y de las agencias gubernamentales, nótese que en 2001 un congresista estadounidense, Dennis Kucinich, introdujo en el apartado 7º, titulado "definiciones", del Acta de Preservación Aeroespacial el concepto de "chemtrails" dentro de un listado de armamento aéreo no convencional junto a armas ultrasónicas, laser, etc.

Por otra parte, hace unos años trascendió a la prensa la propuesta de un proyecto científico de "inyectar" dióxido de azufre en la estratosfera para formar capas de nubes que reflejen los rayos solares como medida contra el calentamiento climático.

En la imagen superior puede distinguirse que el chorro que deja el avión no sale de su motor.

Sin embargo, las alas también producen cierto efecto de condensación aerodinámica.

Panorámica de batalla aérea en las Ardenas en la 2ªGM (1944)

Hay que distinguirlos de lo que es estrictamente la fumigación, que se efectúa a muy baja altura. Dejando cuestiones técnicas, precisamente uno de los primeros argumentos con los que se desmontaría la teoría de los chemtrails es lo inútil de su finalidad al expulsarse las sustancias nocivas desde una altura elevadísima, cuya dispersión las haría totalmente ineficaces. Puede que así sea, sin embargo hay que considerar que una de las hipótesis es que los productos químicos se mezclen con el agua-vapor atmosférico para depositarse en tierra. Es algo habitual y reconocido el hecho de la "suelta" de agentes químicos en el cielo con fines meteorógicos, como emplear yoduro de Plata para fragmentar nubes cargadas de lluvia.

Un curioso y simpático clip musical de Flowhite para ilustrar el asunto, elaborado -aviso- desde la óptica más magufa:

En efecto, inspirado en la película "They Live" con guiños a varios aspectos de la conspiranoia; al final las élites oscurantistas son derrotadas por la vibración del amooorrr (528 hz), ha ha!. Si quieres bajarte el video, puedes hacerlo desde aquí (hosting en megaupload, formato mp4, comprimido en zip) o desde aquí (hosting en easy-share).

Referencias se encuentran muchas en la web pero hoy no ponemos enlaces. Ojito de todas formas con algún listillo de la teoría de la conspiración que también aprovecha el infundir miedo al personal para hacer negocio (con la venta de orgonitas y cloudbusters que supuestamente anularían los efectos de los chemtrails). Sin decantarnos por ninguna de las posturas enfrentadas sobre esta controversia, obsérvese que si bien nos encontramos ante una conjetura disparatada a priori como es la de la presencia de las estelas químicas, no hay más que analizar otros montajes no menos complicados que se han realizado y realizan desde las instancias que nos dominan, como para no descartar la posibilidad de maniobras sospechosas, por absurdas que parezcan. Están documentadas las pruebas que se efectuaron en el pasado siglo de rociamiento con armas biológicas y químicas al aire libre sobre población civil, especialmente en los USA, incluso de liberaciones intencionadas y experimentales de radiación. Pero si hasta hechos tan evidentes -y con esto cambiamos ligeramente de tema- como la Operación Ranch Hand a pesar de ser notorios han quedado prácticamente en el olvido y, por supuesto, en la impunidad:

Se trataba de la táctica genocida empleada entre 1962 y 1971 por el ejército estadounidense en la Guerra de Vietnam, de fumigar desde del aire millones (más de 35) de litros de herbicidas extremadamante tóxicos, entre los que destacaba por su alto contenido cancerígeno el "agente naranja", con la intención de deforestar la selva para aniquilar a población y guerrilla. Una de las principales compañías que fabricaron y suministraron los productos fue la famosa Monsanto. Se fumigó aproximadamente el 15% del territorio de Vietnam, causando efectos devastadores en todo ser vivo. Ecosistemas arrasados, tierras envenenadas, desaparición de especies animales en muchos lugares, y sobre las personas: más de 40 años de muertes, abortos, mutaciones, cánceres y graves enfermedades que han afectado a millones de vietnamitas. Las cifras de perjudicados oscilan de 2 a 4 millones y los efectos son visibles aún hoy en día.