17 de diciembre de 2009

un año sin gastarse un céntimo

De un pequeño artículo aparecido hace unos días en un blog de "20 minutos" sobre Mark Boyle, un inglesito ex-yuppie que un buen día se hartó de la vida moderna y mandó todo a tomar polculo.

Con sus últimas 350 libras pilló una vieja caravana con techo solar, trabaja tres días a la semana en una granja orgánica cercana a Bristol a cambio de que le dejen aparcar su caravana, tiene un terreno (no era pobre precisamente, recordemos) donde cultiva verdura, champiñones, nueces y bayas, recoge restos de supermercados y restaurantes y ropa de la basura. En el articulillo de donde esto está extraído se comenta que a la larga habría más contras que pros si todos hiciéramos lo mismo... pero de eso nada monada, al contrario. Y para demostrarlo, en breve elaboraremos en éste, tu blog favorito, un post sobre algo relacionado: el anarcoprimitivismo.

Otro caso: el de Heidemarie Schwermer, una alemana que empezó en 1994 organizando una red de trueque para dos años después abandonar su estilo de vida con el objetivo de sobrevivir de acuerdo a sus principios y sin tocar el dinero.